El técnico
Estudiante inconstante, llegué a la fotografía tras años pegándome con las CC. Químicas. Lo mío no eran las fórmulas, me interesaba más el laboratorio.
Mi afición a la fotografía empezó cuando mi tío Ricardo Álvarez, piloto y excepcional fotógrafo, me metió el vicio en el cuerpo siendo un chaval. No paré hasta comprarme mi primera reflex clásica de CANON, aunque él siempre fue de Nikon.
Pero una pequeña cámara digital compacta, CANON por supuesto, fue la que me hizo cambiar las clases y laboratorios de la UAM por el plató y los ordenadores del CEV, donde empecé mi formación reglada como fotógrafo.
Años después aquí estamos con este proyecto. Como siempre, cargados de deudas y de muchas ilusiones.
Mi afición a la fotografía empezó cuando mi tío Ricardo Álvarez, piloto y excepcional fotógrafo, me metió el vicio en el cuerpo siendo un chaval. No paré hasta comprarme mi primera reflex clásica de CANON, aunque él siempre fue de Nikon.
Pero una pequeña cámara digital compacta, CANON por supuesto, fue la que me hizo cambiar las clases y laboratorios de la UAM por el plató y los ordenadores del CEV, donde empecé mi formación reglada como fotógrafo.
Años después aquí estamos con este proyecto. Como siempre, cargados de deudas y de muchas ilusiones.